Alberto con el carro de los niños

La movida digital

Lo hablaba con un colega el otro día, todo el rollo digital de promoción musical me trae por la calle de la amargura. No sé si seré yo muy tonto o un poco lento, pero es que no llego nunca a estar al día de lo que supone que hay que hacer.

Con lo tranquilo que estaba yo con Facebook, nos tuvimos que pasar todos a Instagram, luego cuando le cojo el tranquillo a las publicaciones del Insta, resulta que lo que se lleva son los stories. No sin esfuerzo empiezo a hacer stories, pero ya es tarde porque ahora hay que hacer algo que se llama reels, tú flipa. Y sé que si algún día aprendo a hacer un reel ya la gente estará haciendo tick tocks, y yo quiero llorar.

Y bueno, ya otro día hablamos de Spotify, el pitch, el algoritmo y demás cosas fascinantes.

Os juro que lo intento, incluso me veo tutoriales en Youtube y me trago charlas de coachs sobre el tema, pero es un jaleo.

Es tal el mareo que, a menudo, es fácil olvidar que lo único que me gustaría es hacer conciertos y que vengan personas de verdad a escucharme, y que se lo pasen muy bien y que yo pueda ganar un poco de dinero para poder vivir y para poder seguir cantando.

Y a eso vamos ahora, a los conciertos y a los encuentros personales, para entregar las recompensas de crowdfunding.

Ya tengo los libros y los discos, el otro día fui a recogerlos, para ahorrarme el envío, no veas si pesan, pero hay que reducir gastos como sea.

¡Muchas ganas de todo lo que viene!

¡Besos!