Fotografía de retrato de Antonio Vega con un cigarrillo

Acerca de Antonio Vega

Hace unos días me comentó una persona en una entrevista de radio que mis canciones le habían recordado de alguna manera a Antonio Vega. No me supo concretar si era por las letras, el estilo, la voz,… pero ahí lo dejó.

Nunca, hasta hace muy poco, había prestado especial atención a Antonio Vega, claro que sabía quien era y sabía tararear todos sus grandes éxitos con Nacha Pop. Recuerdo intentar, sin éxito, aprender tocar “La Chica de Ayer” cuando yo empezaba con la guitarra. Poco más sabía de él aparte de lo que salía en los reportajes sobre “La Movida” y del tema de las drogas.

Yo lo que más he escuchado de siempre, es Burning, Sabina, Calamaro, Ariel Rot, Quique Gonzalez, Carlos Chaouen, El último de la fila, Ronaldos, Pereza, etc. Pero no Antonio Vega.

Y es que funciona más o menos así. Fueron Los Rodríguez quienes me metieron el veneno de los Stones, y fue por Sabina por quien llegué hasta J.J. Cale. Así que imaginaba que alguien, indirectamente, me habría acercado el buen hacer de Antonio Vega.

Para esto de las canciones no hay escuelas ni universidades. Lo que hay son las canciones de los demás. Cada uno tira por donde le interesa y aprende de los que quiere, generalmente de los de antes, de lo buenos, los clásicos. Y a partir de ahí, que cada uno se invente algo, si no no tendría gracia.

Durante la grabación de Teatro Chino, hace unos meses, salió el nombre de Antonio Vega. Mi amigo/productor Héctor Tuya, me habló de él, de lo que le admira, de sus canciones y de alguna anécdota del día que le saludo y habló con él. Ahí quedó, pero unos días después, en la biblioteca del barrio me encontré con “Anatomía de una Ola”. Por la noche, bien a gusto en casa, me líe un “cigarrito” y me dispuse a escucharlo. Estaba algo nervioso, porque tendría que gustarme pero a lo mejor no me gustaba y no sé, a todo el mundo le gusta, no?

En fin, le di al play y para cuando llegué a “Tuve que correr” lo entendí todo, nunca vi tanta emoción en una canción. Y aparte resultó que estaban ahí, de una u otra manera todos los demás, los que a mi me gustan, los que mencioné antes, y, no sé, a lo mejor estaba yo también un poco.

Cuando arrancó “Mi hogar en cualquier sitio” me quería morir.

Ahora sé porque todos le quieren, Yo le quiero. Mejor tarde que nunca, Grande Antonio Vega.

Fotografia: Jeronimo Alvarez